De orugas y caracoles

El caracol como habitante de la tierra, capaz de escuchar los sonidos ínfimos de la gramilla que crece, de dejar un camino plateado por las noches y de ocultarse en el verde y la tierra durante el día. La oruga y su capacidad de transformación, de reinvención. El caracol, pequeño, escondido en las sombras, con sus hilos de plata nocturna que dibujan laberintos imposibles, es el tema de estos poemas que esperamos disfruten.

Consejos de una oruga

Masticá el camino a un nuevo mundo. Merendá hojas.
Cambiá de piel. Descansá. Cambiá de piel
otra vez. Reinventarse es la cosa.
Tejé muchos nidos. Cultivá gusanos.
No te pongas sentimental
con las pieles descartadas. Crecé
pronto. Inventá una moneda para las ortigas.
Encogete y avanzá, alternativamente. Confiá
en tus antenas. Secuestrá venenos
en algún lugar de tu cuerpo para que puedas
usarlos más adelante.
Bajo amenaza, soltá olor a podrido
como autodefensa. Comportate de manera críptica
para confundir a los predadores: cambiá
de color, escupí o hacete el muerto. Si todo lo
demás falla, conseguí un sabor terrible.

Amy Gerstler (Queridísima criatura, 2009)

Deseo
Déjame ser como el caracol
Que temiendo ser pisado
De día se oculta bajo un techo de hojas
Y de noche deja una estela brillante
En el patio liso de tus sueños.

Estela Figueroa

El caracol
guardado en su caparazón
escucha crecer la hierba
y sonríe murmurando:
-Estalla un brote. Una hoja se alarga.
Es la flor que se alza para beber el sol de la mañana.
Escucho cómo el verde
se hace agua y recorre camino sin pasos,
de la vida a la vida, desde la tierra al verde.

Edith Vera

 

Este día
ha muerto entre mis brazos.
¡Fue tan leve su paso
pero me dijo tantas cosas…!
Descansará en la tierra
al pie del limonero,
justo en la sombra azul,
entre unas hojas secas, entre pequeñas piedras
donde pasa el camino plateado
del caracol.

Edith Vera


Los poemas de Edith Vera fueron copiados de Con trébol en los ojos de Marta Parodi (Plus Ultra, 1996)
El poema de Estela Figueroa es de su obra reunida, El hada que no invitaron (Bajo la luna, 2016)
El poema de Amy Gerstler fue copiado del muro de facebook de la escritora Laura Escudero Tobler y pertenece al libro Queridísima criatura (2009)

Las ilustraciones las realizó circa 1650 el flamenco Joris Hoefnagel. (Fuente: Getty’s Museum)


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