Oscuros secretos y brutales hábitos – Blue Velvet

“Es un mundo extraño, verdad?”

Blue Velvet (1986) David Lynch

USA

 
 
 

Terciopelo Azul es quizá la menos extraña y más lineal de las películas de Lynch, pero no por ello deja de ser inquietante y torcida.

Las escenas iniciales ya nos dejan ver la intencionalidad dual de la peli, al presentarnos un exagerado ámbito de bienestar en las imágenes de la idealizada vida de un suburbio yankee. Por lo que vaticinamos que pronto entraremos en los oscuros secretos y brutales hábitos de sus particulares habitantes.

Así pues, nuestro protagonista (cuya inocencia a veces hasta llega a incomodar) desciende al bajo mundo de su feliz barrio, donde termina atrapado en una peligrosa simbiosis de perpetuador-victima que Frank y Dorothy prácticamente han adoptado como rutina. Masoquismo y sadismo, crimen y justica, inocencia y culpabilidad. Todo finalmente se alinea para dejarnos en claro que no somos sino simples testigos del constante balance del universo.

David Lynch no se caracteriza por darle a sus obras ese final redondo y convencional (tan ansiado por el público corriente) pero en esta ocasión hace una pequeña excepción. Así y todo, ya se encargó de ponerte cucarachas en la cabeza y te dejó grabadas en la retina un buen par de imágenes que te van a acompañar a la hora de dormir… turbadoras por supuesto.

 
En una escala un poco más grande de lo que acostumbro, surgió la idea de homenajear a este icónico director americano. En un primer momento la idea era evocar alguna de sus películas, pero son tantas las que merecían su propia escultura y resultó tan difícil decidirme por una sola que la mejor solución fue modelarlo a él.
Trabajado en plasticera, y copiado final en resina poliuretánica, con excepción de la base, que se copió en resina cristal pigmentada en tonos rojizos y naranjas, simulando fuego.
Alrededor de 30 centímetros de alto y casi un kilo y medio total.